“Fading” — is a subjective view of American suburban life, challenging the perceived ideal of life. After the promise of American prosperity is revealed to be a mirage or an impossibility, the profound struggle for connection in human relationships gives rise to a pervasive sense of loneliness in the United States. The project delves into the emotional landscape of broken dreams, inviting viewers to an introspective exploration.
As a cinematographer, my journey has been profoundly shaped by cinema, where atmosphere plays a vital role in storytelling. In "Fading," mood and visual language are central to the narrative, revealing the different layers—material, emotional, existential—that overlap in every scene. While the project shares some similarities with "New Topographics" photography in its portrayal of everyday suburban scenes, its true inspiration lies in the emotional depth and subjectivity of Eugene Atget’s work and the melancholic perspective of Humberto Rivas’ architectural photography.
This project also connects to the evolving vision of the flâneur, as articulated in Baudelaire’s The Painter of Modern Life and expanded by Walter Benjamin’s reflections on capitalism. However, in this case, my focus shifts to the outskirts of suburbia—a space where wandering becomes an exploration of disconnection, longing, and the quiet poetry of fading dreams. In this case, the flâneur drives through the streets in a car, wanting to see, not wanting to be discovered. The picture becomes something secretive and something caught, almost stolen from reality. This also questions the status of the photographer as a hunter, someone moving like a ghost.
It is shot from the car using medium-format, 6x9-color negative film. Due to the immediacy I need, I shoot handheld on a rangefinder camera, almost in the pure style of street photography. This contradicts the basic rules of architectural and landscape photography while taking into consideration some of its principles. I scan in high resolution and print digitally with the Romantic landscape in mind.
"Fading" aims to open the door to fiction within reality. It is an external gaze that seeks to reveal the invisible, capturing San Francisco's South Bay until I lose myself in it, driven by the obsession to find an image that captures the moment when things fade, becoming a broken dream. The concept of absence, almost dystopian, serves as a mirror, inviting viewers to explore the hidden layers of suburban life.
Fading — una mirada subjetiva sobre el suburbio de Estados Unidos, que cuestiona el ideal de vida que nos ofrece. Cuando la promesa de prosperidad norteamericana se revela como un espejismo—algo sencillamente imposible—, queda tras ella la sensación de soledad aberrante que cubre los Estados Unidos. Como respuesta a esta soledad, la búsqueda urgente de conexiones, de relaciones humanas verdaderas. Fading se adentra en el paisaje emocional de los sueños rotos, de la decepción, invitando al espectador a mirar más allá de lo fáctico: a hacer una exploración del paisaje que también es introspectiva.
Como director de fotografía, mi trayectoria y mi visión ha tenido una gran influencia del cine. La atmósfera juega un papel vital en la narrativa de este proyecto. En Fading, el estado de ánimo es central para la historia—así como el lenguaje visual—; en cada escena se superponen diversas capas: materiales, emocionales, existenciales. Si bien mi proyecto puede alinearse en ciertos aspectos con la fotografía de New Topographics—por la representación de la cotidianidad suburbana—, la verdadera fuente de inspiración de este trabajo se encuentra en la profundidad emocional y la subjetividad de Eugene Atget, así como en la melancolía de la fotografía arquitectónica de Humberto Rivas.
Este proyecto conecta con una visión actualizada del flâneur. La idea presentada por Baudelaire en El pintor de la vida moderna, y ampliada por las reflexiones de Walter Benjamin sobre el capitalismo, se muestra en este caso como un deambular por los suburbios. En este lugar se explora más la desconexión que la actividad, el anhelo de algo significativo y la poesía silenciosa de los sueños que se desvanecen. En esta ocasión, el flâneur recorre las calles en coche, queriendo ver pero sin querer ser descubierto. La imagen se convierte en algo prácticamente robado a la realidad. Surge la cuestión de la ética del fotógrafo que actúa como un cazador sigiloso.
Las fotografías se han tomado desde el coche, con película a color en formato medio 6x9. Este modo de fotografiar requiere inmediatez, por lo que he utilizado una cámara telemétrica en mano, como si fuera foto callejera. Este método contradice las normas básicas de la fotografía arquitectónica y de paisaje, aunque también tengo en cuenta algunos de sus principios: especialmente, tengo en mente los paisajes románticos. Escaneo en alta resolución e imprimo digitalmente.
Fading abre una puerta a la ficción dentro de la realidad. Es una mirada de alguien externo, pero que intentar revelar lo invisible, lo emocional, de la escena. He recorrido el Sur de la Bahía de San Francisco impulsado por la obsesión de encontrar esa imagen que muestre en un solo instante esa disolución de los sueños. La ausencia, casi distópica, invita a los espectadores a mirar más adentro, a ver las capas ocultas de la vida suburbana.